💸 Mi servicio y tu presupuesto: el reality inmobiliario que nadie te cuenta
Hola, amig@s.
Hoy vamos a hablar de algo que a muchos les da más miedo que una visita sorpresa de Hacienda: el presupuesto de compra.
Sí, ese número que algunos se inventan como si estuviéramos jugando al Monopoly y otros ocultan como si fuese la contraseña del WiFi de la NASA.
Pues no. Aquí vamos con transparencia o no vamos.
Cuando vienes a mí, desesperado entre rollos asturianos inmobiliarios, intentando encontrar una casa-casa (de verdad) y no una casita de aperos maquillada como si fuera un chalet influencer de Instagram, lo primero que te voy a preguntar es esto:
¿Cuál es tu presupuesto real?
Y real significa dos cifras claras:
El número feliz, que es lo que quieres gastar.
El número con lágrimas, que es tu presupuesto máximo si yo te digo: “Mira, esta casa vale cada maldito euro y si no la pillas te vas a arrepentir hasta en tu otra vida como gaviota en Salinas. ”
Porque sí, a veces hay casas que merecen un pequeño apretón de cinturón.
Y yo, sinceramente, prefiero venderte una casa un poco más cara pero en condiciones a una ganga trampa que después se convierte en un agujero negro de reformas, permisos imposibles y vecinos con derecho a paso por tu cocina.
💰¿Tienes cash o hipoteca?
Esto también es clave.
Hay dueños que no quieren ni oír la palabra “hipoteca”.
Otros aceptan dinero virtual siempre y cuando no venga de una cuenta en criptomonedas ubicada en Zimbabue y sin huella fiscal.
Algunos propietarios de casas de lujo quieren cash en maletas (yo no pregunto, tú tampoco), y otros son más humildes, aceptan pagos a plazos, en plan trueque o hasta con letra B de cambio del siglo XIX.
Yo, como buena criminóloga y licenciada en Derecho Penal ruso (verídico, por cierto), te recomiendo pagar tus impuestos y dormir tranquilo.
Pero si te va la ruleta rusa por ahorrar 5. 000 eurillos… bueno, tú sabrás.
🤫 Discreción, anonimato y poder notarial
Algunos de mis compradores quieren mantener su anonimato hasta que yo firme por ellos con poder notarial.
No quieren hablar con propietarios, ni enseñar su cara, ni dar pistas de cuánto tienen en el banco.
Y eso está bien.
Yo soy tu abogada inmobiliaria y tu aliada.
No soy tu pareja ni Hacienda, así que no tienes que ocultarme tus ingresos (pero si lo haces y luego me sales con un “me gusta pero no puedo”, no llores si te bloqueo del WhatsApp).
También tengo propietarios que NO quieren publicar su casa en portales.
Me pasan la oferta off the record, para que yo la enseñe solo a clientes de confianza.
O sea, a ti, si eres sincer@ conmigo.
🕵️♀️ ¿Por qué te lo cuento?
Porque no soy solo una intermediaria.
Soy tu detective inmobiliaria.
Tu perfil entra en mi base de datos, y yo no te mando anuncios al tuntún ni pierdo tu tiempo.
Te saco casas que valen la pena, que se ajustan a tu presupuesto real y que, con suerte, no tienen 300 primos asturianos peleando por una herencia sin escrituras y con un burro empadronado en la finca.
Así que ya sabes: dime la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad sobre tu presupuesto.
Y si no, bueno… no te enviaré dos sicarios rusos para vaciar tu cuenta bancaria, pero vamos, mi comisión me la pagas sí o sí. 🫵😅
¿Trato hecho?